Cuando se habla de técnicas de pintura decorativa, una de las más apreciadas y puestas en práctica es el denominado “estuco”, que no es más que una pasta de grano fino compuesta de cal apagada, normalmente, cales aéreas grasas, mármol pulverizado, yeso, pigmentos naturales; que se endurece por reacción química y se utiliza sobre todo para enlucir paredes y techos, siendo, su mayor atractivo el acabado que es muy similar al mármol.

Hoy en día, esta técnica permite dar a las paredes un toque distintivo muy lujoso. Su asombroso brillo y su grandiosa resistencia lo hacen protagonista de suelos, paredes, escaleras y una gran cantidad de objetos excepcionales para el embellecimiento de diferentes lugares dentro de una casa. El mayor inconveniente es su precio, que dependiendo de la longitud puede excederse, pero convertir tu casa en un castillo es posible gracias a la pintura decorativa.

Además, su aplicación no es complicada, basta con contactar a un especialista y podrás proporcionarle a tu casa una decoración vistosa sin exagerar.